perro en casa

De niños y perros

En casa esperan la llegada de un bebé a la familia ya tiene un perro y hay que prepararlo para que no cambie su rutina, ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. Por ejemplo es bueno que el perro no duerma en la habitación de los dueños, así está acostumbrado a estar horas separado de ellos sin que los eche de menos, y permanecerá tranquilo en su camita cuando se atiende al bebé. Lo mismo que si tiene el hábito de jugar solo o estar a su aire, le será más fácil, y si no, habrá que introducirlas de forma gradual, para que no esté todo el rato nervioso pendiente de los dueños mientras se ocupen del bebé.
Qué se puede hacer para para reforzar las actitudes positivas y que el perro no se sienta desplazado con el niño en casa? pues algo tan sencillo como salir a pasear con el carrito del bebé y el perro, éste deduce que el carrito es paseo así que se pondrá muy contento. Hay que dejar al perro que huela al bebé, que lo conozca, siempre hay caricias para repartir a todos.

Otro supuesto es que se lleve un perro cuando ya hay niños en casa, aumentar la familia y entre todos los miembros habrá que repartir el tiempo y las tareas como es salir de paseo con el perro.

La observación de la actitud del perro con respecto al niño, es esencial, como se comporta y qué conducta tiene, si mueve la cola, está contento, tranquilo, o gruñe o enseña los dientes. No mezclar los juguetes de los niños y de los perros.
A los niños hay que educarlos para que tengan la mejor relación con la mascota, hay que enseñarles que no es un juguete y debe respetarlo y respetar su espacio, no dejarlos que tiren de sus orejas por ejemplo, o que se echen encima en juegos más agresivos o violentos, que el perro puede tener paciencia pero también puede molestarle y responda como no deseamos. En el otro sentido están demasiadas caricias y arrumacos, estar encima constantemente, hay perros que tampoco lo aguantan.
Cuando el perro duerme no se debe molestar, al igual que cuando come. Siempre pueden hacerse actividades en positivo, como salir de paseo juntos, lanzarles sus juguetes favoritos para traerlos, el perro buscará al niño para pasarlo bien y jugar. También el niño puede hacerse cargo de parte del cuidado del animal como darle la comida nocturna antes de irse a la cama, o revisar el agua del animal. Y además ahí están los premios!!
Compartir la vida de los niños con un perro los ayuda a tener sentido de la responsabilidad, desarrolla afectos, empatía y tolerancia, socializa a los niños y les inculca el respeto tanto por los animales domésticos como por los salvajes.


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